La sexualidad femenina a través del cine y las series

La representación del sexo mediante el arte ha estado siempre presente. Sin embargo, por mucho que hayan evolucionado las tendencias de lo que es obsceno y lo que no, es cierto que la sexualidad femenina siempre se ha encontrado en un plano secundario con mayor tabúes a la hora de ser mostrada.

La importancia de este reflejo recae en que se ha demostrado que la representación de la sexualidad y esta en sí conviven en una simbiosis de influencia. Es decir, el sexo se plasma en el arte y esta representación vuelve a influir a su vez en cómo la sociedad concibe el sexo. Creando así, una serie de prototipos de lo que es la sexualidad.

Esta plasmación de la sexualidad en la literatura, el cine, la fotografía o la música ha ido variando a lo largo de los siglos y especialmente en las últimas décadas gracias al auge de los movimientos feministas.

Especialmente, si nos centramos en la sexualidad femenina notaremos como el placer de la mujer ha quedado muchas veces omitido o falsamente representado.  Si hacemos de este modo, un recorrido a través de la historia observaremos como no fue hasta 1933 con la película Éxtasis con Hedy Lamarr cuando se representó el primer orgasmo femenino y de forma muy recatada.  Esta película fue la primera comercial y no pornográfica en mostrar el desnudo integral de mujer.

Otra película que comienza a mostrar un aspecto menos sumiso de la mujer en la cama es Carretera perdida, de 1997.  Esta mujer, interpretada por Patricia Arquette, domina las relaciones sexuales pero continúa mostrándose como un objeto sexual que tiene como única función seducir al protagonista, una femme fatale

A pesar de que hemos evolucionado en este aspecto, es importante destacar la relevancia que tuvo la serie Sexo en Nueva York  (1998) en todo este avance. Ya que es una de las primeras superproducciones de éxito que consigue triunfar a través de una mirada más permisiva hacia la sexualidad de la mujer. Otra serie más actual que ha seguido estemodelo de mujer liberada sexualmente podríamos considerar que es Orange is the new black.

Juego de tronos ha mostrado también diferentes perspectivas de la sexualidad femenina tanto por sumisión , al principio de la serie con la khaleesi como posteriormente con la rebeldía de esta a su marido imponiendo también su modo de vivir el placer sexual.

Sin embargo, también cabe destacar que sigue sin estar presentes los ‘preliminares’ sino que se sigue representando el sexo desde el placer masculino.  Además, la hipersexualización de este personaje ensombreció el mensaje de empoderamiento femenino que trata de relatar la serie. Por este motivo, la actriz, Emilia Clarke se negó a protagonizar más desnudos a menos que fuesen necesarios para la trama.

Por otro lado, Élite es uno de los últimos lanzamientos de la superproductora Netflix y cómo no, ha conseguido conquistar a los más jóvenes y es que lejos de introducirnos en el argumento. Es bien sabido el gran éxito que despiertan las series en las que uno de los grandes protagonistas es el sexo. En esta serie se trata la sexualidad adolescente sin censura, lo que no ha tardado en despertar críticas pero también alabanzas. Y es que lejos de mostrar las típicas escenas de sexo focalizadas en el hombre nos encontramos con una perspectiva bastante más similar a la u normalidad. Nos encontramos por fin con la representación de «preliminares» a la mujer cosa a la que no estamos acostumbrados en este tipo de superproducciones como podría ser A tres metros sobre el cielo, Titanic, 50 Sombras de Grey o Crepúsculo.

Podemos observar así, cómo no tiene por qué ser el hombre el que lleve la iniciativa para mantener relaciones si no que muchas veces las lleva la mujer a la que ya no no se muestra como mojigata e inexperta como podíamos ver en las películas anteriormente nombradas. Ahora nos encontramos con féminas empoderadas que ya no son una mera recompensa para el hombre en cuestión o que tratan de llevarlo al pecado (en el caso de las femme fatales). En la actualidad, cada vez se está representando a la mujer desde una perspectiva más igualitaria y realista donde las mujeres disfrutan de su sexualidad libremente.

Si bien es cierto que en la realidad no todos tenemos esos cuerpos de ensueño que tienen los actores y actrices de este tipo de producciones por lo menos el modo de tratar las relaciones no queda tan desfasado y con sabor a rancio.

Un ejemplo de película en la que no se establecen estos cánones que sí se suelen cumplir en series y películas de plataformas como HBO, Netflix… es el filme The diary of a teenage girl (2016) donde tanto hombres como mujeres disfrutan del sexo sin tener la necesidad de ser perfectos.

Este tipo de visiones más adaptadas a la realidad contribuye de manera positiva y es que, si tenemos en cuenta que la mayoría del público al que van destinadas estas producciones es un público adolescente comprenderemos la necesidad de que estas películas y series sean realistas. Ya que como comentábamos al principio, serán utilizadas como modelo de lo que es la sexualidad y compararán a su vez las diferencias existentes entre los cuerpos de los actores y los suyos. No es justo para los jóvenes ni para nadie imponer unos ideales de belleza que jamás podrán conseguir y que solo degenerará en quebraderos de cabeza.

Especialmente en el caso de las mujeres. Y es  que en muchas producciones el que la mujer cumpla la regla 90-60-90  parece ser un requisito imprescindible.

Este tipo de representaciones con gente muy atractiva se lleva a cabo debido también a que facilita la identificación con el espectador. Para resumir, que siempre nos va a gustar más imaginarnos que somos el guapo y no el feo. Sin embargo, luego nos encontramos con películas como Forrest Gump en las que el protagonista no es lo que vendríamos a calificar como perfecto según estos cánones y aún así es una de las películas más presentes en el imaginario colectivo.

De este modo, la evolución en materia de género es cada vez más palpable pero aún queda mucho camino por delante hasta que una mujer en una película pueda tener los atributos físicos y mentales que tiene el personaje de Forrest Gump y aún así conseguir ser una película de las más taquilleras.

Así que solo diré: ¡Vivan las mujeres normales de a pie! ¡Vivan las estrías y los pechos caídos! pero sobre todo, viva el amor propio sin preocuparnos lo que la sociedad considera correcto ya sea en materia de lo que se espera de una mujer en la cama o de su físico.

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